Movilidad, cómo llegar a Reyes sin crujir: 7 hábitos sencillos para mejorar en Navidad

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Durante las fiestas navideñas muchas personas notan más molestias físicas, rigidez o cansancio. No es casualidad. Cambian las rutinas, pasamos más horas sentados, dormimos peor, comemos más y nos movemos menos.

Pero más allá del dolor puntual, lo que realmente está en juego es algo más importante: la movilidad y la calidad de vida.

Cuidar el cuerpo en Navidad no va de prohibiciones ni de vivir con miedo, sino de mantener la movilidad, la autonomía y el bienestar para poder disfrutar de las fiestas —y empezar el año— en mejores condiciones.


1. Muévete a menudo: la movilidad se cuida en lo cotidiano

Pasar muchas horas seguidas sentado es uno de los principales enemigos de la movilidad, especialmente durante las fiestas.

Pequeños gestos que marcan la diferencia:

  • Levantarte cada 45–60 minutos.
  • Caminar 10–15 minutos después de las comidas.
  • Hacer movimientos suaves de cuello, hombros, caderas y tobillos.

No se trata de hacer deporte intenso, sino de mantener el cuerpo en movimiento. La movilidad se pierde cuando dejamos de usarla.


2. El frío afecta a la movilidad más de lo que creemos

Las bajas temperaturas aumentan la rigidez corporal y pueden limitar la movilidad, sobre todo en personas con artrosis, dolor crónico o sobrecarga física.

Qué ayuda:

  • Abrigar bien las zonas más sensibles.
  • Aplicar calor local antes de moverse.
  • Evitar cambios bruscos de temperatura.

Un cuerpo caliente se mueve mejor.
Y cuando la movilidad mejora, la calidad de vida también.


3. Comer mejor para moverte mejor

La alimentación no solo influye en el peso o la digestión, también tiene impacto directo en la movilidad y la energía diaria.

Favorece la movilidad:

  • Pescado azul y grasas saludables.
  • Verduras y fruta fresca.
  • Hidratación suficiente.

La dificulta:

  • Exceso de alcohol.
  • Comidas muy saladas o ultraprocesadas.
  • Comer en exceso durante varios días seguidos.

Disfrutar de la comida es parte de la calidad de vida, pero equilibrar ayuda a moverse mejor.

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4. Deportistas: cuidar la movilidad también es entrenar bien

Durante la Navidad muchas personas intentan compensar excesos entrenando más de lo habitual o haciendo actividades para las que no están preparadas.

Eso suele acabar en molestias o lesiones que limitan la movilidad.

Mejor opción:

  • Calentar siempre.
  • Ajustar la intensidad.
  • Escuchar las señales del cuerpo.

Cuidar la movilidad es clave para seguir activo a largo plazo, no solo durante las fiestas.


5. El sofá no es el enemigo, la inmovilidad sí

Las largas horas en el sofá, con malas posturas, afectan a la espalda, el cuello y las piernas, reduciendo la movilidad progresivamente.

Para evitarlo:

  • Usa un cojín lumbar.
  • Cambia de postura con frecuencia.
  • Levántate con suavidad tras estar mucho tiempo sentado.

La movilidad se protege rompiendo la inmovilidad, no evitando el descanso.


6. Dormir bien mejora la movilidad y la calidad de vida

Dormir mal aumenta la percepción del dolor y dificulta la recuperación física, lo que impacta directamente en la movilidad diaria.

Durante las fiestas:

  • Mantén horarios lo más regulares posible.
  • Evita el alcohol antes de dormir.
  • Cuida la postura al dormir.

Dormir bien no es un lujo: es una inversión en movilidad y calidad de vida.


7. Escuchar el cuerpo es proteger la calidad de vida

El dolor persistente, la rigidez constante o la pérdida de movilidad no deben normalizarse.

Reducir cargas, descansar y consultar con profesionales de la salud forma parte del cuidado responsable del cuerpo.

Mantener la movilidad es mantener independencia, autonomía y bienestar.


La movilidad no es solo física: también es emocional y social

Cuando la movilidad se reduce, no solo cuesta más moverse: también se limita la vida social, el ánimo y la participación en el día a día. En Navidad esto se nota especialmente. No poder acompañar a la familia en un paseo, evitar planes por miedo al dolor o sentirse cansado antes de tiempo afecta directamente a la calidad de vida.

Cuidar la movilidad es también cuidar la forma en que vivimos las relaciones, el ocio y el disfrute. Poder levantarse sin dificultad, caminar con confianza o mantenerse activo durante las fiestas tiene un impacto real en el bienestar emocional y en la sensación de autonomía.


Pequeños hábitos hoy, mejor calidad de vida mañana

Uno de los errores más habituales es pensar que la movilidad se pierde de golpe. En realidad, se va reduciendo poco a poco, a base de hábitos mantenidos en el tiempo: menos movimiento, más sedentarismo, peor descanso.

La buena noticia es que ocurre justo al revés: pequeñas decisiones diarias sostenidas mejoran la movilidad y la calidad de vida a medio y largo plazo. No hace falta hacerlo perfecto en Navidad. Basta con hacerlo un poco mejor cada día.

Cuidar la movilidad no es una carrera de fondo ni una obligación médica. Es una forma realista de invertir en bienestar, independencia y salud futura.

Checklist para cuidar la movilidad en Navidad

☐ Muévete al menos una vez cada hora
☐ Abrígate bien
☐ Hidrátate
☐ No fuerces el cuerpo
☐ Cuida el descanso

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Las fiestas pasan. La calidad de vida continúa.

Cuidar la movilidad durante la Navidad es una forma inteligente de mejorar la calidad de vida, hoy y a largo plazo.
Y en OAFI, esto no es solo un consejo: es una prioridad.

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