La prevención debe iniciarse en la infancia y continuar en la adolescencia para que en nuestra vida de adulto podamos disfrutar de una óptima salud articular.
La mayoría de jóvenes sigue un estilo de vida sedentario lo cual no es bueno para la salud y, en particular, para unas articulaciones sanas. De hecho, uno de cada cuatro niños es obeso o tiene sobrepeso según la OMS. El exceso de peso sobrecarga las articulaciones, desgastándolas rápidamente, por lo que es muy importante que luchemos contra la obesidad infantil.
Por otro lado, hay jóvenes que a temprana edad realizan una actividad física excesiva que puede ser perjudicial para su salud musculoesquelética si no se toman medidas preventivas. Es esencial saber qué tipo de actividad física es apropiada para cada persona joven, con el fin de tomar todas las precauciones necesarias para preservar su salud y bienestar inmediatos y a largo plazo al proteger y fortalecer sus articulaciones.